Alto, muy alto… casi en las nubes, encontraremos a San Antonio de los Cobres, debajo del Acay, el ojo nevado que vigila las Salinas Grandes.
La Quiaca y Yavi
Dicen que una pareja de Marqueses hizo de Yavi el centro administrativo de su feudo en tiempos de la colonia. Este antiguo poblado, a pocos kilómetros de La Quiaca, posee una de las iglesias más bonitas de su tipo.
Iruya
En las máximas alturas de la Puna Salteña se descubre desde lejos la ciudadela, a la sombra de la roca. La altura se vive en Iruya, una mágica aldea desde donde caminan los peregrinos más alejados del Señor del Milagro para rendirle ho
Casabindo
… el hombre se arrodilla con su poncho delante de la Virgen de la Asunción y le ofrece la vincha de monedas de plata recién arrebatada al animal.
Tilcara
Aquí estuvo el mar hace millones de años, y el paso del hombre también dejó en Tilcara un rastro palpable.
Fue zona de asentamientos de los pueblos semi-nómades de la Quebrada, donde las costumbres ancestrales se mantuvieron intactas.
Purmamarca
Lanas de llama y guanaco, barro, cuero y cardón se transforman en preciados objetos en las habilidosas manos que se disponen en los alrededores de la plaza de Purmamarca.
Salinas Grandes
Subir la Cuesta de Lipán es hacer un viaje hacia lo más alto de la Puna Jujeña. Y allí donde el cielo se mezcla con la tierra, se abren majestuosas las Salinas Grandes, un inmenso mar blanco donde las dimensiones y los contrastes nos pr